Cuarto día y cambiamos completamente de escenario. Durante la etapa de ayer descubrimos la parte sur del Alto Atlas. Seguimos rodando por la montaña y por palmerales como el situado en el valle del Oued M’Goun, el Oued Assif El Oati o el Oued El Hajaj. Mientras nos acercábamos a Afoui y Tasmomt, el terreno se transformaba en amplias llanuras desérticas salpicadas de formaciones rocosas que parecían esculturas naturales. Estos paisajes evocaron la profunda conexión de los nómadas con el desierto, un lugar donde el silencio y la inmensidad te envuelve por completo. Tras el picnic la montaña cobró protagonismo, discurriendo la segunda parte de esta etapa por parajes de un encanto singular, encontrando una gran concentración de kasbahs, como en Bou Skour. También pasamos cerca de la escuela de Bouykba, símbolo del esfuerzo por preservar la educación en estas áreas remotas. Tras vadear el Oued Assif Mgoune comenzó una ascensión que nos llevó de vuelta al Valle del Dades. Esta ruta, más que una aventura en moto: fue un viaje a través de la historia, la geografía y el espíritu indomable de las tierras bereberes.
No te pierdas el resumen de la Etapa4.